Thursday, March 18, 2010
El nacimiento del ojo occidental
La mitología empieza con la cosmogonía, la creación del mundo. De algún modo, del caos surgió la materia. Al principio hay objetos y seres. Las cosmogonías varían de una sociedad a otra. Los cultos terrenales aceptan la prioridad y la primacía de la naturaleza. Para los cultos celestes como el judeo cristianismo, Dios creo a la naturaleza. Su conciencia lo precede y lo abarca todo.
En el génesis, la creación es racional y sistemática. La evolución de las formas avanza de manera majestuosa sin derramamiento de sangre o cataclismo. Cuando el “tremendum” se presenta, hay una contraparte, el hombre elegido para guiar al pueblo y perpetuar la especie (el arca, la salida del pueblo de Egipto etc.)
El Cosmos es una morada marcada para el hombre.
Dios es incorpóreo, no tiene sexo ni lo usa porque está más allá de él, está más allá de la naturaleza. La naturaleza pertenece a un estrato inferior que está controlado por quien todo fue creado.
Sin embargo Dios es claramente un él, es padre y no madre. Lo femenino está subordinado.
Eva es un trozo de la tripa de Adán.
La masculinidad, ordena, muestra un camino, piensa y, dentro de ese pensamiento crea, crea lo intelectual y crea la fuerza de la razón, crea el sistema social y crea a todos sus componentes.
El artista es parte de ese componente, por un lado lucha por ser parte de esta posibilidad de plantear el mundo desde su temperamento y por otro lado, sufre los embates al estar cerca de la naturaleza y tener su propia naturaleza.
El Génesis es una declaración de independencia masculina a partir de la cual se separa por completo de los cultos matriarcales.
Pero el espíritu nunca puede liberarse de la materia.
Sólo si la mente se imagina libre puede avanzar la cultura.
Antiguamente, cuando el hombre se reconciliaba con la naturaleza, quedaba atrapado en ella.
Los grandes logros de la cultura son su lucha contra la naturaleza.
El Génesis, en su manera de contar el inicio le da una oferta de esperanza al hombre, construye el mundo prescindiendo de las fuerzas femeninas.
El principio de la creación está lleno de asesinatos, actos violentos, masturbación, incesto, todo lo que la sociedad hoy en día encontraría reprobable, pero no había otra manera de poblar la tierra y de marcar la fuerza gobernadora sino como la muestra de la naturaleza misma, controlada.
Khepri Crea al mundo después de autofecundarse
Nut tiene genitales masculinos y femeninos
Se la solía representar como una mujer desnuda, con el cuerpo arqueado a modo de bóveda celeste, revestida de estrellas. Algunas veces como una vaca. También se representaba como una mujer que lleva en la cabeza un jarro de agua. Sus extremidades simbolizaban los cuatro pilares sobre los que se apoya el cielo.
Nut, diariamente paría al Sol que viajando sobre su cuerpo llegaba hasta su boca, desapareciendo en el interior (o en la Duat), renaciendo al día siguiente.
Caín y Abel tienen una lucha de la cual surge un victorioso que inicia a la humanidad.
Hera es hermana y esposa de Zeus.
Isis y Osiris son hermanos y padres de Horus
La diosa Hator es la madre de su padre y la hija de su hijo
El judeocristianismo no habla de un Dios artista. Por eso, rechaza toda posibilidad de creación, ajena a lo que éste creó, porque en toda creación hay algo sexual.
Más tarde veremos como, a partir del romanticismo, se restauran ciertos mitos arcaicos, devolviendo a la imagen de la mujer un papel central en la acción creadora.
La Gran Madre provenía de un momento anterior al de la agricultura, las primeras tribus sedentarias, iniciaron con la línea matrilinial.
La línea paterna es muy posterior y es una necesidad de la sociedad de crear un “status quo” diferente a lo que la naturaleza marca, porque lo que ella busca es la relación matrilineal que emparente al ser humano con la naturaleza.
La paternidad es una ficción legal.
La idea de matriarcado ha rondado a figuras como la Mona Lisa y la Venus del Milo y se han terminado por convertir en arquetipos culturales
La virginidad es un atributo que hace autónomas a las diosas y a ciertas mujeres del inicio de la cultura. Por eso son las diosas de la fertilidad, porque están en potencia de ser pero se quedan intactas. La Gran madre es virgen en cuanto es independiente de los hombres.
Imaginemos en la Edad media, la opción de ser abadesa y retirarse a la observación de la vida en un monasterio.
La Gran madre no necesita a un hombre para fecundar la diosa egipcia Net da a luz a Ra por partenogénesis o autofecundación.
La madre diosa da la vida pero también la quita.
La Virgen del cristianismo es una diosa que ha sido arrancada de las fuerzas naturales, por eso pisa a la serpiente y se eleva como intercesora del hombre…
El Cristo original era un personaje femenino por eso pedía amor y daba amor. El Cristianismo como hijo del judaísmo se levantó contra los cultos paganos.
La naturaleza divina fue hombre y sobre esto se sustentó la creencia.
El cuerpo es el centro ritual en el que se lleva a cabo toda acción, su efecto nos hace evidente la realidad otra. La castración ritual sólo se puede hacer con piedras, cualquier otro material estaba prohibido ya que esto hace que la propuesta originaria varíe por completo. Es un recordatorio del inicio y diferenciación del ser humano con la naturaleza, entre más me marco, menos natural soy.
Lo curioso es que el ser contemporáneo trata de llevar a cabo el ritual para regresar a la naturaleza, re ligarse con la naturaleza.
Conforme la cultura fue evolucionando, la imagen de la mujer se emparentó cada vez más con las hechiceras, gorgonas y Furias, la vagina dentada era un paso que el héroe tenía que lograr antes de considerarse triunfador en el mundo. Rompe los dientes de la vagina y así la convierte en mujer, la posee y la vence.
La Gorgona era una especie de vagina dentada, en el arte arcaico se representa con un gesto burlón, grandes colmillos y la lengua fuera. Tiene serpientes en el cabello o alrededor de la cintura.
Es el espectral fuego fatuo de la noche. Perseo es el héroe que puede decapitarla siempre y cuando no la mire de frente. Perseo es el héroe triunfador. Por eso, en su escudo, Perseo lleva la imagen de la Gorgona.
Es un amuleto para evitar los malos espíritus.
Dentro de la historia del arte tenemos muchos amuletos, apropiaciones que el artista hace para contener a la naturaleza, porque él sabe que es vulnerable ante ella. Sólo la obra de arte le pone un dique a la muerte.
La transición de la naturaleza a la mujer como objeto, la descubrimos en la esfinge, era un demonio de destrucción y mala suerte, que se representaba con rostro de mujer, cuerpo de león y alas de ave.
El enigma con el que vence a todos los hombres, es el inasible misterio de la naturaleza que en cualquier caso terminará derrotando a Edipo. Cuando descubre su propia naturaleza, matar a su padre y apariarse con su madre, se da cuenta que no hay ley social que lo haya contenido, la exagerada razón raya en la locura.
(Edipo era el hijo del rey de Tebas y al nacer, el Oráculo de Delfos auguró a su padre, Layo, que el niño, una vez adulto, le daría muerte y desposaría a su mujer. Layo, queriendo evitar tal destino, ordenó a un súbdito que matara a Edipo al nacer. Apiadado de él, en vez de matarlo, el súbdito lo abandonó en el monte Citerón, colgado de un árbol por los pies, los cuales perforó. Un pastor halló el bebé y lo entregó al rey Pólibo de Corinto. Peribea o Mérope, la esposa de Pólibo y reina de Corinto, se encargó de la crianza del bebé, llamándolo Edipo, que significa ‘de pies hinchados’ por haber estado colgado.
Al llegar a la adolescencia, Edipo, por habladurías de sus compañeros de juegos, sospechó que no era hijo de sus pretendidos padres. Para salir de dudas visitó el Oráculo de Delfos, que le auguró que mataría a su padre y luego desposaría a su madre. Edipo, creyendo que sus padres eran quienes lo habían criado, decidió no regresar nunca a Corinto para huir de su destino. Emprende un viaje y, en el camino hacia Tebas, Edipo encuentra a Layo en una encrucijada, discuten por la preferencia de paso y lo mata sin saber que era el rey de Tebas, y su propio padre. Más tarde Edipo encuentra a la esfinge, un monstruo que daba muerte a todo aquel que no pudiera adivinar sus acertijos, atormentando al reino de Tebas. A la pregunta de «¿cuál es el ser vivo que camina a cuatro patas al alba, con dos al mediodía y con tres al atardecer?», Edipo respondió correctamente que es el hombre, quien gatea cuando bebé y se apoya en un bastón cuando viejo. Había también otro acertijo: «Son dos hermanas, una de las cuales engendra a la otra y, a su vez, es engendrada por la primera». Edipo contestó: el día y la noche. Furiosa, la Esfinge se suicida lanzándose al vacío y Edipo es nombrado el salvador de Tebas. Como premio, Edipo es nombrado rey y se casa con la viuda de Layo, Yocasta, su verdadera madre. Tendrá con ella cuatro hijos: Polinices, Eteocles, Ismena y Antígona y los dos hermanos se enfrentarían más tarde entre ellos a muerte por el trono tebano.
Al poco, una terrible plaga cae sobre la ciudad (la peste), ya que el asesino de Layo no ha pagado por su crimen y contamina con su presencia a toda la ciudad.
Edipo emprende las averiguaciones para descubrir el culpable, y gracias a Tiresias descubre que en realidad es hijo de Yocasta y Layo y que es él mismo el asesino que anda buscando. Al saber Yocasta que Edipo era en realidad su hijo, se da muerte, colgándose en el palacio. Horrorizado, Edipo se quita los ojos con los broches del vestido de Yocasta en señal de la ceguera que siente por no haber visto la realidad antes y ordena a Creonte, que lo expulse de la ciudad. Sólo su hija y hermana Antígona le guía por donde tiene que caminar. El libro concluye con uno de las caracteriscticas del teatro griego, la catarsis, expuesta por el coro, "...Nadie es dichoso hasta que muere...").
Furias y erinas son vengadoras. Las furias fueron creadas cuando las gotas de sangre de Urano que fue castrado por su hijo Cronos.
Pegaso surge de las gotas de sangre regadas de la cabeza de Medusa. En los primero rituales se regaba sangre y se degollaban gargantas para propiciar la fecundación del mundo.
Las sirenas cantaban atrayendo a los marinos, a su alrededor tienen un montón de huesos de sus vencidos. Cuando las sirenas triunfan, triunfa la naturaleza.
Circe la que seduce a Ulises, es Lilith, la primera mujer de Adán, cuyo nombre significa “de la noche” Lilith es una diosa del viento de la tradición babilónica, veía el sexo como una forma de ascensión; Lilit rivaliza con los hombres por su belleza corpórea.
(Lilit (o Lilith) es una figura legendaria del folclore judío, de origen mesopotámico. Se la considera la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Abandonó el Edén por propia iniciativa y se instaló junto al Mar Rojo, uniéndose allí con Asmodeo, que sería su amante, y con otros siervos. Más tarde, se convirtió en una bruja que rapta a los niños en sus cunas por la noche y se une a los hombres como un súcubo, engendrando hijos (los lilim) con el semen que los varones derraman involuntariamente cuando están durmiendo (polución nocturna). Se la representa con el aspecto de una mujer muy hermosa, con el pelo largo y rizado, generalmente pelirroja, y a veces alada)
Afrodita, Circe y Lilith son la belleza aparente que oculta el horror de la naturaleza y engaña al héroe.
En La Pieta de Miguel Ángel tenemos a la virgen triunfadora por el cristianismo como intercesora, pero en esta ocasión, esta virgen sostiene a su hijo Cristo, del que la iglesia dice es esposa e hija y lo toma como si fuera un Adonis, imagen que encarna la belleza del Cristo.
Miguel Ángel lleva todo el paganismo a una escena sagrada y no puede renunciar a su naturaleza de artista. Hay algo de sensual y extremo en la imagen de “La Pieta” que nos hace pensar sobre si Miguel Ángel buscaba reflexionar sobre el sexo y la religión desde el punto de vista paganos.
¿Cómo empezó la belleza?
En occidente, el arte aleja a machetazos a la naturaleza.
Los cultos terrenales, al suprimir el ojo, encierran todo en el vientre de la madre. La naturaleza es la fuerza primordial, estridente y turbulenta.
La belleza es el arma que se crea para defendernos de ella.
Por medio de la belleza hacemos objetos, dándoles límites, simetría, proporciones.
La belleza detiene y paraliza el flujo aniquilador de la naturaleza.
La belleza es una creación colectiva del hombre
Fue en Egipto donde el arte se liberó por primera vez de su esclavitud delante de la naturaleza.
El arte tiene por condición su inutilidad mientras no sirve a algo más.
La belleza es el permiso para vivir del objeto artístico.
El objeto vive por sí mismo, como un Dios
La belleza es la luz interior del objeto artístico.
Esto nos lo dicen nuestros ojos.
La belleza es nuestra válvula de escape de la lóbrega envoltura de carne que nos aprisiona.
En Egipto el rey era la cabeza y el pueblo el cuerpo.
El faraón es un ojo sabio que jamás parpadea. Unifica lo disperso.
Fue la primera experiencia humana de la concentración condensación y conceptualización.
El faraón tenía un punto de vista una línea visual apolínea.
Egipto inventó la magia de la imagen, inventó el glamour, la belleza como poder y el poder como belleza.
Los aristócratas egipcios son los primeros “beautiful people” de la historia.
Las treinta dinastías egipcias se encuentran al lado de un río que genera toda la historia de una cultura. En el nace todo y se destruye todo. Frente a él está el sol que nace y muere todos los días.
La forma artística masculina se forma en Egipto. Es la primera que tiene “un ojo” revelador.
Las pirámides son una estructura cuadrada, angulosa contra las ondas de la naturaleza. Son escaleras celestes para un culto celeste.
La piedra hace arte de permanencia.
El obelisco es un falo que apunta al infinito, domina, centra en el poder toda su fuerza.
La imagen de Kefren es un reto a lo femenino, es una estética masculina.
Egipto es el primero en pasar del culto femenino a la belleza de la mujer. Los egipcios inventaron la elegancia que es simplificación y reducción, es la abstracción de una idea cultivada.
El busto de Nefertiti llama la atención por lo cercano que nos parece y al mismo tiempo es una imagen distante.
Nefertiti es lo opuesto a la Venus de Willendorf, es el triunfo de la imagen apolínea sobre la deformidad y el horror de la madre tierra.
El ojo occidental está alerta. Ha forzado a los objeto a entrar en un marco inmóvil. Nefertiti es el ojo de occidente. Irradia sensualidad y glamour. Data del reino de Akhenaton de 1375 AC. A pesar de que es una de las imágenes más conocidas de la historia del arte, ha sido al reproducida, ajustada a nuevos cánones, la original es dura e irreal.
Le falta un ojo. Probablemente se lo robaron o la castigaron cegándola los enemigos de esta dinastía.
Si la observamos con más detenimiento descubrimos que es casi un androide. Sus ojos son fríos imitan la mirada de un gato. Es la autoridad autodivinizada. Su fuerza seductora nos atrae y nos repele. La cabeza está deformada hasta el exceso. Es pensamiento superlativo. No tiene hombros ni cuerpo. Es pura cabeza porque es idea, es belleza creada por el hombre, una abstracción.
La idea de la belleza está basada en una cantidad enorme de exclusiones. Ya no es mística, es una forma contundente, definitiva, no permite interpretaciones metafísicas, es lo físico puro en idea.
Lo apolíneo aprisiona, Nefertiti está atrapada en su propia imagen.
Susana Crowley.
Bibliografía:
John A. Phillips; Eva la historia de una idea; 451,.Breviarios, Fondo de Cultura Económica.
Paglia Camilla, Sexual personae; 1990 yale University.
Tracey Warr, el cuerpo del artista; Phaidon.
E.M. Gombrich, La Historia del arte, Edit. Debate, 1995.
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